viernes, 23 de marzo de 2012

EL NEGOCIO ESTÁ EN LA EVALUACIÓN


            Cuando se advierte sobre las potencialidades del vídeo en la formación se parte de la base de que el almacenamiento y la distribución de esos vídeos son gratuitos. De hecho llevamos más de treinta años escuchando las bondades de los vídeos educativos y no está siendo hasta ahora que se está implantado con relativa fuerza en las aulas y eso es porque antes los costes, entre otros factores, no lo permitían.

            Entonces ¿Dónde está el valor de un vídeo educativo? ¿Para qué lo hacemos? ¿Qué ganamos con ello? Además de la evolución de la educación, adaptando los mensajes y las formas y la dinamización de la transmisión de conocimientos, logramos dar un valor añadido. En un mundo en el que los vídeos, su almacenaje y su distribución son gratis, lo que hace que sean rentables es el factor humano que aporta sus conocimientos y experiencia y elabora un vídeo de calidad que pertenece a un programa de aprendizaje evaluable. Por eso es esta una profesión con futuro según el informe Horizont 2010.

            El factor más importante es el de la evaluación: en el futuro podremos acceder a los vídeos formativos gratis, pero obtener la certificación de los conocimientos que hemos adquirido es lo que tendremos que pagar. Será como ir a la universidad de oyente, se puede aprender gratis pero para obtener el título hay que matricularse y pagar las tasas de los exámenes. 

            De este modo podemos decir que los vídeos son gratis y abundan pero lo que escasea son los profesionales de la educación capacitados para elaborar vídeos educativos y para evaluar los conocimientos que viéndolos se hayan podido adquirir. Y donde reside la escasez residen las oportunidades de negocios.


            En realidad los libros, la letra impresa, sólo tienen 500 años de historia. Si lo pensamos bien, los vídeos no hacen más que volver a la forma tradicional de transmisión, el cara a cara, solo que rompe con las limitaciones de la distribución. A lo largo de toda la historia de la humanidad el conocimiento se ha transmitido mediante disertaciones, no mediante pergaminos. De hecho en las propias aulas educativas la mayor parte del aprendizaje se realiza a través de la escucha de la disertación del maestro. Los libros sólo son para estudiar, para fijar los conocimientos, pero para entender y para aprender escuchamos y vemos, no leemos.

            Los vídeos educativos no se venderán, serán gratis, lo que se venderá será el servicio de evaluación del aprendizaje obtenido.

            El invento del vídeo ha tenido una implantación mucho más rápida que la imprenta debido a los costes de distribución y almacenamiento. Se podría decir que, aunque la invención de la escritura tiene ya algunos miles de años, en sentido práctico no lleva más de 100 años –y tiramos muy por lo alto- siendo el vehículo habitual de transmisión de conocimientos frente a los miles de años que lleva perfeccionándose la comunicación cara a cara.

            El lenguaje impreso o simplemente escrito –y visualizado posteriormente en una pantalla- se pierde los elementos verbales y no verbales de la comunicación que ayudan no sólo a la comprensión del mensaje sino que establecen relaciones entre el orador y el receptor que estimula a ambos a una comunicación interactiva. Aunque sólo sea por medio de gestos y muchas veces inconscientes, podemos transmitir al orador nuestro grado de atención y/o comprensión del discurso y el orador puede transmitirnos la pasión que en el receptor se transforma en deseo de conocer.
           
            Con los vídeos se pierde lo que transmitimos al orador, o esto se hace de manera diferida escribiendo comentarios sobre lo que vemos, pero la transmisión del orador sigue siendo mucho más completa que la de la letra impresa: sus gestos, su personalidad y su pasión nos ayudan a una mejor comprensión del mensaje y si la disertación ha sido grabada con público presente –como ocurre en los vídeos de Ted-, también las reacciones del público nos ayudarán a una mejor comprensión. 

Fecha: 22 de marzo de 2012
Autor: Antonio Caro
Voicemail: 918 293 215 – Extensión 12
Correo Electrónico: acaro@902112505.com         
          
Autora: M. J. Córcoles, licenciada en Periodismo por el C. U. Villanueva
Voicemail: 918 293 215 – Extensión 25
Correo Electrónico: acrseo@punto-internet.net
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