Los artículos
de un blog constan de infinitas palabras. No se puede medir con exactitud
siquiera un promedio de palabras por artículo bloguero. De acuerdo al interés
de la blogósfera, pueden darse artículos
de solamente 5 palabras, hasta más de 10000 de ellas.
En ese contexto, lleno de palabras inconcebibles e
innombrables, ¿cómo es posible que Twitter, siendo un servicio de 140 caracteres (ni más, ni menos), pueda influir tanto en la
formación y desarrollo de una sociedad? ¿Es que acaso, en 140 letras o números,
podemos reducir todas las ideas que poseemos para un artículo?
La idea de Twitter es parecida a la filosofía de Facebook: compartir información y que
mucha más gente se adhiera a nuestros intereses y comparta una mayor cantidad
de información. Lo que diferencia a estas dos redes sociales, es que en Twitter podemos hacer todo eso en tan sólo 140 caracteres. Impresionante, ¿verdad?
No importa realmente el tamaño de la información.
Lo que Twitter hace es ayudar a compartir información a través de vínculos acortados que ayudan a
propagar esa información, mas no se hace todo en Twitter. Un ejemplo claro: La empresa “Colegios Españoles S.A.”, en su página
web, publicita sus cursos para padres de familia a través de la dirección http://www.colegiosespanoles.es/curso/ppff/item_01.html y los alumnos observan esta información. Utilizan
diversas herramientas (HootSuite, TweetDeck, Seesmic, Chromed Bird, etc.) para compartir la información en la red de
microblogging y el alumno Mateo Arnau (@marnau1415, por su identificación en Twitter), coloca lo siguiente: “Nuestro
colegio ofrece programa para Padres de Familia. Genial. http://bit.ly/d5o7B1 “.
¿Qué pasó en Twitter,
entonces? Simple: La red se utiliza no para escribir grandes artículos o para
colocar inmensa cantidad de información. Twitter
se usa para compartir esta información con todos nuestros seguidores, para
difundir masivamente el contenido de nuestros blogs, nuestras páginas web,
nuestras colaboraciones en línea, etc., y que las demás personas que puedan
observar nuestra línea de tiempo, puedan compartir la información que hemos
puesto con anterioridad.
Si es así, ¿cómo ayudaría Twitter en el mLearning?
¿Qué tanto podrían influir 140 caracteres en un alumno que está ávido de
conocimiento? Según Josh Stumpenhorst, de The Educator’s
PLN, es una de las
mejores maneras de poder interactuar con nuestros seguidores y de poder compartir información de forma masiva.
En uno de sus videos, nos explica la herramienta TweetDeck (que, personalmente, utilizo), realizando un tutorial sobre las acciones,
ventajas y facilidades de utilizar esta herramienta para trabajar en Twitter. Automáticamente, la pregunta
que surge es: “¿TODO en 140 caracteres?”.
La respuesta es un rotundo “SÍ”.
¿Cuáles son las 4 grandes acciones para poder utilizar Twitter de manera formativa?
1.
Lee.
Lee todos los tuits que veas sobre Educación. Si tienen enlaces que redirigen a
blogs, anda a los mismos y lee los artículos.
2.
Retuitea. No hay nada más gustoso para el mundo microbloguero que el retuiteo. Esto
indica que estás leyendo los tuits y que te interesas por compartir
información.
3.
Escribe. Luego de leer y retuitear, empieza a escribir. Empieza un blog, escribe
sobre lo que te apasiona, tal vez la Biología, tal vez la Historia, tal vez la
Matemática o la Literatura. Escribe, deja que las ideas fluyan. Luego, utiliza
el enlace, colócalo en Twitter y
compártelo al mundo.
4.
Sigue. La gran pregunta es: “¿A quién sigo?”. Para saber a qué
personas debemos seguir, tenemos que buscar sus intereses, y si es que están de
acuerdo con nosotros, lo haremos. Esto nos abre posibilidades de ver a quiénes
siguen esas personas y, luego, buscar gente que posea intereses comunes con
nosotros.
Escrito el: 28 de setiembre de 2011
Firmado por: Antonio Caro y Juan Rendón
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