Desde que uno nace, el proceso
de Enseñanza - Aprendizaje
está basado en los principios que nos enseña el PNL (Programación
Neurolingüística),
filosofía educativa que nace en los años 70.
Ya en el útero materno se dice que
aprendemos. Una vez ya en el mundo real, nuestras madres transmiten, aún sin
saberlo ellas, todo el conocimiento básico que nos va a servir para sobrevivir.
Esos conocimientos estarán impregnados en nuestro cerebro de forma permanente,
estos sólidos conocimientos anclados en nuestras células son los que
permanecerán durante más tiempo en nuestras vidas; este proceso
de Enseñanza - Aprendizaje
es el que nos ayuda a adquirir conocimientos el resto de nuestra vida. En los
primeros tiempos sólo el lenguaje servía para transmitir conocimiento (lenguaje
más imitación). Quiero imaginarme, aunque prefiero que tú, lector, te imagines
cómo un hombre
de Neanderthal
transmitía los conocimientos sólo con herramientas, lenguaje primitivo e
imitación.
Luego llegaron los libros muchos
millones de años más tarde; quiero decir, hace muchos siglos atrás, y también
quiero recordaros que posiblemente nuestros bisabuelos o quizá una generación
anterior no sabían leer ni escribir. Después de la imprenta y mejor dicho,
muchos años más tarde, cuando se popularizó y los libros fueron comunes y
accesibles a una sociedad más amplia, se empezó a listar y distribuir el
conocimiento mediante la lectura. Los sabios de la educación, anclados en el
conocimiento adquirido mediante la lectura de sesudos libros nos hablan,
razonan, justifican con un sinfín de razones las ventajas de este aprendizaje,
nosotros los legos y desconocedores de tanto el conocimiento asentimos con
sumisión que esto es así.
Quiero decir que esto era así; por un
lado, la economía de mercado ha generado libros de bajo coste y de fácil
adquisición por su precio razonable; por otro lado, los gobiernos guiados por
estos nuevos chamanes, doctores de mucho conocimiento y, siendo ellos mismos
imitadores de catedráticos, también subvencionan la cultura clásica.
Libros, ¡más libros! Así queremos a nuestros niños y
universitarios: todos cargados de sus preciados tesoros. Si viajas en metro o
el autobús nadie habla con nadie, todo el mundo se centra en lectura de libros
o periódicos gratuitos. Los tiempos están cambiando: también se empieza a ver a
más personas que están con su teléfono móvil o con su libro digital
seleccionando aquella información que ellos quieren leer.
La diferencia entonces radica en que
nos leen lo que otros quieren que lean y otra minoría que lee aquello que desea
leer. Hemos dado grandes pasos, pero la diferencia es muy grande: unos eligen
lo que quieren leer y otros leen información gratuita. Pero lo que tienen en
común es que leen. Son activos y productivos al conocimiento; unos son nativos
digitales; otros,
inmigrantes
digitales, pero
todos ávidos de curiosidad. Estos no han perdido esa actitud ávida de
conocimiento que mostraron al nacer, abriendo aquellos ojazos con ánimo de ver,
escuchar, o leer todo lo que está a su alrededor.
Para estos que no han perdido esa
cualidad de bebé con ojazos ávidos de conocimiento, las nuevas tecnologías van
a satisfacer todos sus deseos de conocimiento y curiosidad.
Como decía, la imprenta se popularizó
y nos permitió distribuir el conocimiento. Hasta hace cinco años fabricar
conocimiento multimedia y distribuirlo era muy costoso, pero hoy en día, hay
soluciones que fácilmente nos permiten resolver este inconveniente. Es más, a
fecha de hoy, somos capaces de fabricar
contenido multimedia y distribuirlo 100 veces más barato que los contenidos
distribuidos en libros.
En este gráfico les presentó la nueva
tecnología que permite integrar múltiples sistemas de generación y captación de
conocimiento y distribuirlos de forma sencilla y a bajo costo a múltiples
sistemas de reproducción.
No es ciencia ficción, aunque lo
parezca. Estas soluciones las están aplicando ya en los países del mundo que han
hecho referencia para todos nosotros en el uso de las tecnologías: Corea, Singapur, Taiwán, Estados
Unidos, Alemania, Japón, Reino
Unido y Finlandia.
Quiero también recordaros que en estos
países están las
mejores universidades del mundo
y de los colegios donde el índice de
conocimiento de las matemáticas es más elevado el mundo.
Si desea más información, tienes a tu
disposición mis datos.
Fecha: 8 de diciembre de 2011
Firmado por: Antonio Caro
Voicemail: 918 293 215 – Extensión 12
Correo Electrónico: acaro()902112505.com
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